Las entregas domiciliarias son muy importantes en el mundo actual y representan un porcentaje significativo de la movilidad interurbana. Incluso considerando la estabilización de esos porcentajes tras superar el pick alcanzado durante el período más crudo de la pandemia.
Los procesos de distribución de las empresas consideran una logística de ruteo y protocolos específicos para este tipo de despacho. Pero, ¿a qué se refiere el término “última milla” en este contexto?
La gestión logística define las “entregas de última milla” como la fase final del proceso de distribución. Es decir, el conjunto de acciones necesarias para completar el recorrido del producto desde el último punto de almacenamiento hasta el consumidor final.
Proyecto de investigación
En función de lo anterior, el profesor de la Escuela de Ingeniería Industrial PUCV, Dr. Germán Paredes Belmar, desarrolló un proyecto orientado a evaluar el impacto de la distribución de productos al interior de edificios, como parte de las entregas de última milla.
Con el proyecto denominado “Problemas de ruteo vertical y horizontal con dependencia en el tiempo”, el docente en las áreas de Logística e Investigación y Gestión de Operaciones pretende “obtener o desarrollar metodologías eficientes para establecer planes de distribución que consideren a los edificios en la distribución de última milla”.
Asegura que esto es necesario para mejorar la eficiencia de los procesos actuales dentro de las empresas de transporte. “Los edificios son entes complejos debido a que cuando un repartidor ingresa no sabe con qué se va a encontrar o cuál es el patrón de tráfico dentro de él. Es vital tener una estimación de cuánto tiempo este repartidor va a pasar en su interior”, explica.
Impacto buscado
De acuerdo con el profesor Germán Paredes Belmar, parte del objetivo de la investigación que conduce es generar un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente al reducir la congestión de vehículos fuera de los edificios y sus emisiones durante el período que permanecen detenidos allí.
“Con respecto a las personas, el efecto más directo lo sentirán principalmente los usuarios de sistemas de recepción de paquetería y los miembros de aquellas empresas de transporte que se dedican al rubro”.
Origen y motivación
El académico se propuso desarrollar este proyecto tras identificar un fallo en el abordaje de la logística de reparto.
“Surgió a raíz de conversaciones con gente de transporte. Así pude darme cuenta de que siempre miran la ciudad en 3 dimensiones y que ese efecto vertical que generan los edificios es súper importante y nadie lo ha estudiado en profundidad”.