Los y las estudiantes de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) cuentan con diversas oportunidades de vinculación temprana con el medio durante el curso de sus estudios.
La más conocida de ellas es la que corresponde a las prácticas profesionales. No obstante, nuestros futuros ingenieros e ingenieras, también pueden desarrollar proyectos estudiantiles aplicados a empresas de la Región de Valparaíso.
Esto supone que cada estudiante trabaje en equipo con otros compañeros/as para abordar un problema de una organización y plantear una propuesta de solución que pueda ser puesta en marcha.
Durante el desarrollo del proyecto de ingeniería, que se constituye como parte de las asignaturas de la carrera, el equipo de estudiantes recibirá el acompañamiento y la supervisión de académicos de la Escuela, quienes servirán como guías y como evaluadores del trabajo.
Ejemplo BGIFT
En el marco de esta actividad, Fernanda Villarroel, Javiera Ibáñez y Constanza Navarro, tituladas en el 2021, desarrollaron juntas un Plan Estratégico diseñado para abordar un nuevo segmento de cliente.
El plan se creó para la empresa BGIFT y contempló la planificación detallada del proceso para implementar una línea B2C. Es decir, la venta de productos directo al consumidor. “Consideramos la mayoría de las aristas involucradas en este crecimiento, para que fuera factible dentro de BGIFT”, comenta Constanza.
Javiera, por su parte, explica que el enfoque de su equipo no estaba orientado tanto a lo logístico, sino más a lo comercial y a la producción en sí misma. “Lo que buscábamos era entender a qué gente queríamos llegar, quiénes eran esas personas (potenciales clientes). Y también cómo íbamos a hacer que el valor del trabajo que BGIFT entregaba no se perdiera en ese camino hacia el consumidor”.
¿Por qué?
BGIFT es una empresa chilena del tipo B, es decir, que tiene un triple compromiso: social, económico y con el medio ambiente. La empresa se dedicaba a la producción de regalos corporativos para otras compañías, manteniendo los propósitos durante todo el proceso.
Entonces, uno de los retos de Javiera, Constanza y Fernanda, fue el de ajustar los procesos internos para sumar una nueva línea de cliente sin dejar de lado los propósitos. Esto debía considerar el beneficio económico de todos los participantes de la cadena.
Aprendizaje
“Yo creo que lo más difícil fue entender que una empresa B funciona distinto por todos lados, desde sus cimientos hasta el ambiente organizacional. Hicimos el proceso completo. Tuvimos que ver qué pasaba en el entorno, qué pasaba en la empresa, qué es lo que queríamos hacer, qué pasaba si fallábamos, qué camino tomar, quién se iba a encargar de cada cosa y cómo comunicarlo… Entonces, englobamos todo en una guía. Qué hace la empresa, cómo lo hace, qué va a hacer, cómo va a llegar allí, cuál es su objetivo económico, el plan de acción y cuáles son los indicadores”, detalla Javiera.
Desde la perspectiva de Fernanda, una de las grandes «ganancias» de llevar adelante este proyecto fue comprobar que se puede hacer negocio generando impacto en la comunidad.
“Venimos de una estructura que lo único que enseña es que para maximizar las ganancias tienes que reducir los costos, optimizando lo más posible. Pero acá, dentro de lo que son las empresas B, te das cuenta de que puedes hacer dinero haciéndole bien al mundo. Y yo creo que esa es por lejos la mayor enseñanza que me dejó el trabajo con BGIFT”.
Recomendaciones para los estudiantes
- Emprender la búsqueda sin miedo, con mente abierta y agotar las opciones sin autolimitarse.
- Tener en cuenta el conocimiento y la experiencia de los profesores, quienes pueden guiar la búsqueda y selección de la empresa.
- Abordar el proyecto con la consciencia de que cuentas con las herramientas necesarias para llevarlo a cabo.