Sebastián Alonso Arriagada Mujica egresó de nuestra Escuela en 2014 y su rumbo profesional lo ha conducido a tener, dos reconocimientos debido a sus aportes y trayectoria al emprendimiento desde la Ingeniería Civil Industrial.
El santacruzano obtuvo el grado de Magíster en Tecnología y Gestión del Cambio en la Universidad de Melbourne (Australia) y cursa actualmente sus estudios doctorales en Ciencia, Tecnología e Innovación en la Universidad de Manchester (Inglaterra).
Desde el Reino Unido trabaja también como consultor, profesor y en su más reciente proyecto, llamado UpBirk. Con este último entró a la lista de Emprendedores Jóvenes más Emergentes del Continente, una selección hecha por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Origen y motivación
“Entré a este mundo de la innovación y el emprendimiento por una asignatura de la carrera, en el año 2010 o 2011. Recuerdo que antes no conocía nada del tema, pero participé por curiosidad de ese curso y quedé enganchado. Desde entonces tomé todos los cursos que se relacionaban y complementaban lo que quería ser”, recuerda Sebastián.
A sus 18 años, cuando escogió la carrera, buscaba una profesión del área de la ingeniería que le permitiera conocer distintos aspectos de la disciplina. “Quería tener una visión holística, que abarcara el mayor espectro de conocimiento posible. Porque siendo sincero, yo a esa edad tenía claro lo que quería estudiar, pero no lo que quería hacer”.
Por ese motivo el abordaje de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) le fue tan útil.
“Esa posibilidad que te da de explorar diferentes áreas del ejercicio profesional, te permite descubrir en qué te sentirías más cómodo desempeñándote. Y eso es impagable”.
El “aprender de todo un poco” también le fue muy conveniente para su vocación emprendedora, una labor que exige nociones básicas de contabilidad, gestión de equipo humano, marketing, logística, ventas y más.
Puesta en marcha
La acción llegó a través de su práctica profesional en la Incubadora de Negocios Chrysalis (de la PUCV), en donde transitó una senda de aprendizaje que lo convirtió en el Gerente General de la organización para 2017.
“Hice mi tesis en emprendimiento e innovación… En definitiva, desde que decidí el camino que quería tomar, toda mi carrera la enfoqué a eso. La misma universidad me financió mi primer postgrado, un postítulo en Dirección de Empresas, y desde ahí empecé a desarrollarme como profesional”.
Durante el mismo período postuló a una beca de Magíster, gracias a la cual pudo llevar a cabo sus estudios en Australia, al tiempo que fundaba sus primeras empresas. Para el momento en que terminó el magíster ya había nacido UpBirk.
Proyecto vencedor
El triunfo de su más reciente empresa está precedido por una serie de iniciativas fallidas que le dieron a Sebastián la experiencia y el aprendizaje para llevar esta idea por un camino de éxito.
“El nacimiento de UpBirk es una consecuencia y una manifestación del mercado, pero también tiene que ver con mi experiencia personal. Antes fundé varias startups que fracasaron y no tengo ningún problema en decirlo. Un emprendedor tiene que fracasar como parte del aprendizaje. Yo siento que hoy me va bien porque pude aprender de los errores del pasado”.
Gracias a esos intentos y a su rol como consultor, Sebastián pudo detectar una oportunidad en el mercado.
“Me di cuenta de que los emprendimientos dependen de agencias de innovación y de una serie de instituciones para desarrollar su idea de negocios. Y nosotros vimos que con el uso de la tecnología podíamos acelerar ese proceso metodológico. Así, tú te puedas meter a una plataforma, que es un Company Builder, y validar tus ideas de negocio utilizando la inteligencia artificial”.
Su compañía ofrece un servicio gratuito a los emprendedores y, a cambio, acerca la información que ellos proporcionan a los actores de interés en el ecosistema. Entre esos actores se cuentan fondos de inversión e instituciones universitarias.
Es así que UpBirk actúa como intermediario en una relación donde hay interés mutuo, conectando a los creadores de la idea con los inversionistas.
Reconocimiento
Gracias a UpBirk, Sebastián fue reconocido por el Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos y designado también Emprendedor del Año por la Fundación Piensa (Chile). Ambos tras un proceso de postulación, selección, entrevistas y análisis de su trayectoria, y de la expectativa de crecimiento del proyecto.
Como resultado del primero de estos galardones, se cuenta entre uno de los 13 emprendedores más reconocidos de Chile y dentro de los 280 a nivel Latinoamericano.
Además, el galardón ofrece la oportunidad de trabajar un mes con una empresa de inteligencia artificial en Texas (Estados Unidos). En su caso, el propósito es entrenar los algoritmos de su plataforma, como parte de la estrategia de comercialización de UpBirk y de su proceso de internacionalización.
Más que ganancia personal
Sebastián percibe claramente un beneficio individual y otro empresarial a partir de estos reconocimientos.
“Individualmente me permite seguir posicionándome en la industria como un actor relevante que, además de tener premios, se está especializando directamente en innovación, con un grado que aún no se imparte en Latinoamérica. Pero a nivel de empresa, inspira seguridad en el cliente. Y ese, evidentemente, es un gancho que nosotros ocupamos a nivel comercial”.
Reconoce el trabajo coordinado del equipo que lo acompaña en UpBirk como causa de estos logros y destaca el sello de la Escuela que marca a su emprendimiento.
“Somos 11 personas en total, pero quienes están a la cabeza (como mi CEO y COO) son personas que conocí en la universidad y que llevan esa visión sistémica a los procesos que ejecutamos. Como emprendedor hay que recordar que uno no necesita saber todo o ser el más inteligente del grupo, pero sí debe saber elegir a las personas idóneas para cada puesto y gestionar el proyecto”.